¿CÓMO RESPONDER ANTE UNA CRISIS?

Para empezar, tengamos en cuenta que una crisis no es simplemente un problema. Es mucho más que esto y tiene estas tres características:

  • Es complejo y caótico
  • No suele tener solución
  • La recuperación es complicada

¿Cómo responder ante una crisis? Una pregunta que muchos líderes se formulan y cuya respuesta no es nada fácil. Gracias al curso de “Crisis management” de Harvard puedo compartir los puntos más importantes para salir fortalecidos.

La función como líder o como componente de una empresa es detectar esta crisis y preguntarse el por qué de ello, así como apoyar al equipo en el transcurso para mantenerse unidos. Es cierto que las crisis suelen ser muy intensas y estresantes, pero es una gran oportunidad para crecer tanto a nivel de empresa como a nivel de equipo.

A continuación, se comentará los puntos a seguir para sobrellevar una crisis y salir beneficiados, o al menos, no perjudicados.

Lo primero, una RESPUESTA RÁPIDA. El tiempo es oro, y en muchos casos una respuesta rápida, incluso no teniendo toda la información necesaria, puede ser de vida o muerte. Muchas veces no se realiza por tener miedo a ser el primero en responder, por experiencias previas, porque esperamos una pronta recuperación o porque estamos esperando más información.  

El líder debe tener siempre la mente abierta y ver este problema desde diferentes ángulos para entenderlo mejor y poder actuar en consecuencia. Debe ir ajustando y cambiando los planes según el proceso con pequeñas acciones e incluso pivotando a la gente de los diferentes departamentos temporalmente. Aunque se pasará por diferentes etapas, muchas de ellas difíciles, el líder debe mantenerles informados y motivarles, ya que es parte del proceso de recuperación.

Lo segundo, y muy importante, es la COMUNICACIÓN, que sea clara y continuada durante el periodo de crisis. De esta manera la gente estará informada y trabajará de una forma más segura. La respuesta ante cualquier pregunta debe ser clara, específica y directa para que se entienda y no se olvide.

No obstante, la comunicación no solo debe ser con tus propios trabajadores, también hay que tener en cuenta a los clientes y proveedores, y escuchar sus preocupaciones y necesidades para poder abordar una crisis en la cual también están involucrados. Y, por último, no solo comuniquemos las noticias malas, también hay buenas y esto ayuda.

El tercer punto, actuar con COMPASIÓN. Una crisis es mucho desgaste a nivel mental y físico, por lo que conectar y hacer sentir cómodo a tu equipo, aumentará la productividad y la resiliencia. Tres de los factores que se manejan son el tiempo, la atención y la salud, son los que influyen en la toma de decisiones y nuestro bienestar. Debido al estrés, muchas veces nos sentiremos sobrepasados, es en este momento cuando debemos parar y respirar, reflexionar y decidir. No olvidemos que tener unos hábitos ajenos al trabajo como el deporte siempre ayuda a despejar la mente y desconectar.

Por último, la RECUPERACIÓN, salir más fuertes de una crisis, apoyando al equipo y aprendiendo de lo sucedido. Después de una crisis, un equipo o una empresa nunca vuelve a actuar igual, está más preparada para reaccionar y surgen nuevos procesos y protocolos por la experiencia vivida. De hecho, uno de los puntos fuertes es ayudar al equipo, escuchar las opiniones, posibles mejoras y sentimientos y dejar atrás esta crisis para poder avanzar.

Es muy posible que otro tipo de crisis se sucedan en el futuro, por lo que es muy interesante compartir cómo se ha abordado para que sirva de ejemplo a otros equipos, ser más predictivo y trabajar en la rápida reacción ante diferentes situaciones críticas. La agilidad es uno de los valores fundamentales en las empresas para poder sobrevivir, por lo que también debemos confiar en nuestros equipos de la empresa y dejar que experimenten, que exploren y que incluso se equivoquen para poder crecer. “Quien no arriesga no gana”

En conclusión, las crisis es algo inevitable, pero un líder debe saber cómo reconducir a su equipo motivándolo y siendo transparente con él. Además, después de una crisis, la evaluación que se realiza de ella trae nuevos procesos o protocolos para mejorar ante otras futuras situaciones, y sobre todo, refuerza los equipos e incluso se detectan nuevas oportunidades.

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